viernes, 1 de junio de 2007

PROSTITUCIÓN: AFRONTAR EL DEBATE SIN HIPOCRESÍA


Eterno punto de discusión entre las concepciones feministas.
El debate pasa por inclinarse por las posturas abolicionistas o las reguladoras, o quizás por buscar soluciones intermedias.
Reconozco que yo tampoco sé donde incluirme, pero ante todo sí tengo una convicción clara: hay que afrontar un debate que se aplaza irremediablemente por intereses de todo tipo, y porque, no lo olvidemos, desgraciadamente esta lacra afecta a un colectivo marginal con escasa presión social.
La responsabilidad es de todos.
Para informarse, incluyo dos enlaces a webs con las diferentes posturas.

2 comentarios:

serch!!! dijo...

Yo soy partidario de que se regularice ya que cada uno es libre de hacer con sus agujeros corporales lo que quieran, ya sea por gusto, por necesidad economica o ambas cosas a la vez. Que coticen en la seguridad social y que tengan un control médico adecuado. En otros paises como Holanda o Alemania funciona, lo que pasa que spain siempre is different.

Otro tema aparte sería que si con la regularización se podría acabar con las mafias extranjeras que engañan, obligan y extorsionan a "sus chicas". Quizá en parte si, pero me parece harto improbable pues el "oficio más antiguo del mundo", junto con las drogas, es una fuente inagotable de ingresos porque siempre habrá clientela.

Puteros saludos!!!

Intersante blog el que has hecho Elsa

dani dijo...

en la vida hay mucho encantado de haberse conocido que cree saberlo todo y gustarse con ese pensamiento. A este tipo de gente le gustaría que las putas estuvieran libres y liberalizadas para, gustándose a sí mismos, acceder a sus servicios pero, cuidado, dentro de la ley. Hasta entonces, hasta que su idea de regularizar a este colectivo primitivamente oprimido, marginado, detestado, infravalorado hasta convertirlo en fauna del reino animal,... lo harán; disfrutarán de estos supuestos servicios y se permitirán el lujo de sentirse ofendidos porque el Estado no les ha proporcionado unas condiciones lo suficientemente adecuadas. Para la gente que tiene tan poca idea de las cosas en general y de algún tema en particular como este, el Estado tiene la culpa y si él pisotea los derechos y la dignidad de alguien es porque el Estado lo permite al haber una regulación laxa o no haberla al respecto. Lo mismo pensarían en el XVIII los que tenían 30 esclavos en sus casas: "ellos son libres y hacen lo que quieren con su cuerpo", "no piensan por sí mismos", "si a ellos les gusta", "no saben ni quieren hacer otra cosa" y estupideces variadas. Lo bueno de aquella historia es que esta esclavitud se abolió. Esperemos que la historia se repita y sabemos que no será gracias a personajes como este. Nada más. Por favor, más cultura, más empatía y derechos iguales para todos.
Un saludo y felicidades por el blog princesa